Pedro Segundo Tavacca

sábado, 30 de abril de 2011

El valor del optimismo

El valor del optimismo


El vocabulario corriente hace uso de los términos "mala onda" y "aura negativa", que en su simpleza encierran una gran verdad. Una persona portadora de contrariedades y de problemas emite una vibración u onda negativa que es captada por aquellos con los cuales se pone en contacto, a pesar de que no pronuncie palabra alguna. Con relación a lo que se denomina aura, es la "atmósfera inmaterial que rodea a ciertos cuerpos". Hasta algunos le han adjudicado colores indicativos de la calidad vibracional cuando se trata de personas. El rojo indicaría violencia, el gris depresión o tristeza, el negro maldad, el amarillo inteligencia y el celeste espiritualidad. No todo termina en la onda vibratoria y los colores del aura sino que estas variables son generadores de cambios hormonales. Una persona violenta está generando permanentemente adrenalina, la cual le causará elevación de la presión arterial ,y en el caso de otra aquejada de crónica tristeza quizás esté próxima a una enfermedad, como ya lo ha comprobado la ciencia médica. La persona equilibrada y afectuosa autogenera hormonas benignas que influyen positivamente en su salud transmitiendo su buena disposición a los demás; sin embargo las vibraciones negativas que se puedan autogenerar atraen a las similares que nos rodean incrementando las propias con natural perjuicio. Todos debemos enfrentar hechos que nos contrarían pero la cordura indica que debemos recibirlos no con inoperante resignación, sino con constructiva laboriosidad y sin desequilibrios emocionales. A menudo hechos negativos fueron comienzos de favorables circunstancias. Si algo que nos sucede motiva nuestro desagrado en lugar de reaccionar torpemente hemos de investigar su causa, porque suele ocurrir que la misma ha sido motivada por nuestro inadecuado comportamiento. Se ha dicho con razón que todos generamos nuestro destino. Es fundamental vivir animados por el optimismo pues en tal forma generamos un aura positiva atrayendo las similares que están alrededor. La "buena onda" allega hechos positivos.

Pedro S. Tavacca

tavacca.pedro@gmail.com

http://www.lacapital.com.ar/ed_impresa/2010/1/edicion_438/contenidos/noticia_5650.html

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